martes, 20 de marzo de 2012

transparencia


18.3.2012
Nos topamos de pronto en un sueño. No te estaba buscando pero hace días te extrañaba. No recuerdo la ropa que llevabas ni el largo de tu pelo. La última noche dijiste que querías cortártelo. Pero ahí estabas, vos, tan siempre y por siempre vos. La misma cara, la misma escucha, la magia justa con que te escapabas. Intacta y sin embargo nueva. Exacta y sin embargo otra. Hablamos, yo quise sostenerlo cotidiano. Dijiste poco, vos, solo escuchaste y devolviste sonrisas y miradas. No hubo papadas ni advertencias fuertes. No hubo reclamos. Fue como casi siempre, o como siempre.

Tenías algo nuevo, sin embargo. Tus manos, que ya no son tuyas, tus ojos, tus labios gruesos, tu frente, tu color, tus pecas sueltas, todo estaba tornándose transparente. No desaparecías, vale decir, te trasparentabas. Tu cuerpo, que ya no es tu cuerpo, iba tornándose viento, destello de estrella lejana, agua; tu cuerpo, conforme vamos soltando, va convirtiéndose en ese que será en adelante tu cuerpo, el tuyo, el que elegiste, el que inventaste de golpe contundente. Tu cuerpo traslúcido y secreto, íntimo y apenas conocido por tus gentes. Tu cuerpo hecho de besos y de tristezas dulces, de algún suspiro tenue y desbordado. Tu cuerpo como el lente de unas gafas, puestas con amor sobre los ojos, y nosotros, con los ojos emocionados y nerviosos, mirando ahora la vida con tu presencia en la ausencia, mirando ahora el mundo teñido todo con tu fosforescencia. 

sábado, 10 de marzo de 2012

Vulnerabilidad


Vulnerabilidad. Encuentro humano. Colisión sincronizada de los cuerpos. Arte y oficio de detener el tiempo. Arte y oficio de hacerlo correr. La vida entera hecha de carnes y de besos, los dedos ciegos, las piernas rieles, la sangre amotinada en las mejillas, el cuerpo desdoblado y desaparecido, fundido en gotas tersas y salvajes, el cuerpo en el desorden de los cuerpos, vulnerabilidad sagrada, quebrantamiento último de las ansias, las ganas todas, intrépida codicia, el cuerpo derretido y embarrado, revuelto de formas con sustancias mancias, el cuerpo comprimido, introyectado, temblor que surge apenas de su centro, el cuerpo hecho una masa de tensiones, más bien un punto, un punto que se extiende en espirales, caleidoscopio humano girando con fervor sobre sí mismo, un punto desbordándose hacia adentro, inundación fatal e implosiva, temblor de antiguas fiebres suspiradas, saturación sublime, choque violento, licuefacción de pieles fluyendo lengua abajo. Vulnerabilidad. Abrigo humano. Colisión sincronizada de los cuerpos. Arte y oficio de reinventar el tiempo.