Vulnerabilidad. Encuentro humano. Colisión sincronizada de los cuerpos. Arte y oficio de detener el tiempo. Arte y oficio de hacerlo correr. La vida entera hecha de carnes y de besos, los dedos ciegos, las piernas rieles, la sangre amotinada en las mejillas, el cuerpo desdoblado y desaparecido, fundido en gotas tersas y salvajes, el cuerpo en el desorden de los cuerpos, vulnerabilidad sagrada, quebrantamiento último de las ansias, las ganas todas, intrépida codicia, el cuerpo derretido y embarrado, revuelto de formas con sustancias mancias, el cuerpo comprimido, introyectado, temblor que surge apenas de su centro, el cuerpo hecho una masa de tensiones, más bien un punto, un punto que se extiende en espirales, caleidoscopio humano girando con fervor sobre sí mismo, un punto desbordándose hacia adentro, inundación fatal e implosiva, temblor de antiguas fiebres suspiradas, saturación sublime, choque violento, licuefacción de pieles fluyendo lengua abajo. Vulnerabilidad. Abrigo humano. Colisión sincronizada de los cuerpos. Arte y oficio de reinventar el tiempo.
sábado, 10 de marzo de 2012
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