1
A morte é a curva da estrada,
Morrer é só não ser visto.
Se escuto, eu te oiço a passada
Existir como eu existo.
A terra é feita de céu.
A mentira não tem ninho.
Nunca ninguém se perdeu.
Tudo é verdade e caminho.
- Pessoa, 1932
2
As lentas nuvens fazem sono,
O céu azul faz bom dormir.
Bóio, num íntimo abandono,
À tona de me não sentir.
E é suave, como um correr de água,
O sentir que não sou alguém,
Não sou capaz de peso ou mágoa.
Minha alma é aquilo que não tem.
Que bom, à margem do ribeiro
Saber que é ele que vai indo...
E só em sono eu vou primeiro.
E só em sonho eu vou seguindo.
- Pessoa, 1931
Damien Rice - Sleep Don't Weep from David Mairs on Vimeo.
3
Em plena vida e violência
De desejo e ambição,
De repente uma sonolência
Cai sobre a minha ausência.
Desce ao meu próprio coração.
Será que a mente, já desperta
Da noção falsa de viver,
Vê que, pela janela aberta,
Há uma paisagem toda incerta
E um sonho todo a apetecer ?
- Pessoa, 1931
se
la devuelvo, mae. mis yu :*
domingo, 22 de enero de 2012
sábado, 21 de enero de 2012
habitación
hace días que estoy mordiendo paredes. o más bien dando tumbos, reventándome contra los muros blancos, estos que a fuerza de mirar y mirarlos por 12 semanas se están volviendo curvos, van perdiendo sus ángulos rectos, sus vértices fugándose en circunferencia interna, las líneas divisorias que no existen, la habitación vacía que me guarda tomando la forma de mis lágrimas, es casi un retornar a los inicios, concepción involuntaria obligatoria, un útero de concreto palpitante, mis manos desesperadamente gimiendo, cuatro paredes arqueándose hasta fundirse en una.
me estrello contra esta burbuja fría, estallo con todas las fuerzas que tengo, intento destruirla desde adentro, destruirme en el intento, a falta de tu cuerpo y tu silencio, de tus besos atropellando mis pasos, marcándome el sonido de mi tiempo como un despertador pueril y accidentado, cada paso un disparo, cada camino tu beso, cada viaje que emprendimos sin intensión de regreso y desde ahí, burbuja circular que nos estruja, pared, cuatro paredes blancas, un esférico abrigo autoinfligido, la cárcel que a dúo decoramos, Hogar Dulce Hogar siempre arrendado, nuestro cuarto y sus cuadros itinerantes, el alquiler que poco a poco fuimos habitando, al principio con dulce timidez de principiantes, y luego con la rabia de viejas amantes, de corazones borrachos escupiendo desordenadamente sangre, queriendo ocupar todas las horas, todo el día y el mes, la mañana, la noche y la tarde que alquilamos, queriendo hacer de aquel nuestro refugio, nuestra casa-colmena, el campamento frío y la fogata, el cuarto en el que siempre nos amamos. y ahora habitarte desde adentro, desde este otro lugar tan parecido, tan lleno de tus vicios y mis miedos, de tu sombra tranquila que flota en viaje astral sobre mi lecho. lo habito y no es sencillo imaginarlo, te busco todo el tiempo y me tropiezo, no quiero ya encontrarte en ningún lado, pero te encuentro, en cada golpe al aire que destapo, en cada exhalación suicida, en cada nombre propio femenino, en cada beso a medias sin destino. Y no podés juzgarme a estas alturas, ya sé que no te gustan mis reproches, no sé si vendrán nuevas cicatrices pero no puedo detener los puñetazos que lanzan contra la pared mis manos, cada día más flacas y resecas, pero empuñando, incansables, tu nombre.
miércoles, 4 de enero de 2012
nosotros, tus gentes
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas
que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende.
Galeano
creo que fuiste tejiéndolo todo. yo no me daba cuenta, estaba distraída con tu piel. fuiste tendiendo las líneas, enhebrando redes de cables transparentes, hechos de puro suspiro y de calor, calorcito tuyo que le robabas al sol. pirotécnica honoris causa, te encantaba encenderlo todo. encendías las hierbas (nuestras y ajenas), encendías los versos, los poemas rotos, el silencio, la angustia, alguna que otra flor, inflamables sustancias, mar de fueguitos, all you need is love, incendiaste las cortinas oscuras, las puertas añejas de armarios vacíos, el océano Atlántico y sus distancias marítimas, el futuro próximo y los planes lejanos, lo volaste todo, lo volabas todo, pieles que ardían bajo el peso de tus carnes, licuefacciones varias, casi siempre profanas, órganos internos convertidos en carbón, la saliva lava, los gemidos humo, fogata incontrolable asando el corazón.
te gustaba encenderlo todo, encendernos todo, y así fue. dejaste tendidas las líneas, los cables que conectan esta sustancia altamente inflamable que escondiste, secreta y silenciosa, siempre ganando con ternura las batallas, en el lugar preciso de nuestros corazones que solo conocés vos. y nos dejaste así, extraños temerosos, sujetos y atados, desconocidos con los días contados, en cuenta regresiva con sonrisa que avanza en sincrónico ritmo hacia tu calor. tejiste nuestros círculos concéntricos, cual mandala desordenada y turbia, tus átomos remojándonos los dedos, las manos secas y cansadas, bañándonos los ojos y las sienes, combustión ungida y embarrada, los cuerpos todos, el cuerpo entero, sediento, confuso y conmovido, extiende los brazos sin miedo frente a otro cuerpo desconocido al que también está quemándosele el corazón.
te gustaba encenderlo todo, encendernos todo. dejaste encendidos los abrazos, la vida, pues, el calor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)