sábado, 10 de diciembre de 2011
coincidencias
Le dieron a Clare Torry una consigna: cante el horror que se siente ante la muerte.
y cantó esto:
cuatro o cinco décadas antes, Dulce María Loynaz escribía en La Habana:
Deseo
Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve, y único horizonte de carne;
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...
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