martes, 17 de febrero de 2009

Tonada para un caminate

Carlos tiene los párpados fríos
nos contagia a todos sus caminos.
En la herida que lleva su nombre
cabe el mar, cabe un gran papalote.

Entre pelo y sombrero sus sueños
nada muy despegado del suelo.
Él valiente aguanta el sol del día
traga la vida sin utopías.

Carlos tiene los pasos pendientes
y una sonrisa rota en las dientes.
Entre dedos le crecen palabras
que conjuga en textos que desgarran.

Carga un paraguas contra el hastío
y la risa de algunos amigos.
Un día lo miraremos marcharse
cuando con sus pies trace los Andes.

1 comentario:

Uno que mira dijo...

Ay, Ardilla querida:
Si no sabe intuye cuánto se lo agradezco. Viene a ser un dulce alivio entre números y encuestas. Gracias de nuevo, por todo.