Peor es cuando llego y encuentro que he buscado; los cajones atravesados por mi habitación, las gavetas vacías en el piso, sus contenidos revolcándose despaciosos, como vómito espeso, mis manos arañadas por la lluvia, el silencio vapuleándome los tímpanos, todo en desorden, todo vuelto al revés, y no hay dónde sentarse a llorarse la vida, se mojarían los papeles, el vómito espeso, el vacío tan repleto, la ausencia perdida. No hay dónde sentarse a llorarse la vida y hay que tragarse el llanto, atravesar el cuarto en puntillas buscando la puerta y procurar no aplastar una flor o un cadáver al caer al suelo. Peor es cuando busco y no encuentro nada, peor es cuando no encuentro sombras ni huellas ni rastros, peor es cuando tropiezo entre oleadas de hallazgos fugaces y completamente irrelevantes. Peor es cuando no encuentro. Peor es cuando busco sin buscar nada.
miércoles, 8 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Has descrito mi día, y sí... "peor es cuando busco sin buscar nada".
Esta es mi primera visita a tu blog, pero de seguro no será la última.
Un saludo.
Publicar un comentario