jueves, 23 de abril de 2009

desolación climática

Las gotas que no caen donde deben caer. La lluvia que golpea mi ventana de forma diagonal. Las gotas que no caen, las lágrimas que se lloran, las esperas que se enrolan sin poderse encender. Sentarse sobre sábanas que anoche no fueron dormidas, sentarse con las manos rotas, cansadas de escribir con su reverso el nombre, el silencio inevitable de una soledad que no se atreve a llegar. Los insomnios que cargan aniversarios secos, la saliva amarga a falta de vinos y humos, el hambre despedazada hasta el cansancio, despedazado todo, el árbol, la ausencia, los caminos. La espalda encorvada y pálida, falta de sol y caricias, de bailes nebulosos puliendo sus esquinas. Las palabras calladas. Las ojeras bien puestas. Las gotas de una lluvia que no moja. La falta de aguacero en día nublado.

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