sábado, 3 de mayo de 2008

Ensayo de un situacionismo sin rumbo

Pareciera que pierdo el tiempo. Llevo el día entero leyendo poemas y durmiendo. Me levanto con sed y hambre de palabras, las engullo rápido y me lleno de lágrimas. Sigo masticando todo lo que puedo, leo y leo hasta cansarme, y por fin caigo dormida. En mis sueños vivo los poemas que recién leí. Camino despacito entre campos de amores, de flores rendidas que nadie encontró jamás. Me encuentro con sus voces: las de las letras, las de los dioses y las de mi gente. Y de golpe me despierto seca y vacía-en-vigilia. Necesito un trago, un poema y una flor hecha de letras.

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